EL MUNICIPIO Y PRIVADOS PUSIERON PRIMERA PARA EL PROYECTO TERMAL TERAPEÚTICO.
Unos meses después de que saliera agua caliente de una ducha ubicada en el predio de Obras Sanitarias, el entonces intendente Carlos Vela invitó a los villaguayenses a formar una Sociedad Anónima para avanzar en un proyecto termal que por entonces era una aventura con pocas certezas y muchos riesgos. Anoche, casi una década después, un grupo de alrededor de 45 empresarios y comerciantes de la ciudad comenzaron a darle forma al ente que llevará adelante el complejo termal terapéutico de Villaguay.
Se trata de un hecho histórico, ya que por primera vez un grupo de inversores locales se decide a invertir una suma millonaria para concretar el tantas veces postergado proyecto.
La reunión constitutivo se realizó anoche en la sede de la Sociedad Española y contó con la presencia de poco menos de medio centenar de villaguayenses que ya habían comprometido, en reuniones previas, su decisión de invertir en las termas.
El encuentro sirvió para conformar una Junta Promotora, compuesta por alrededor de 15 personas, que se ocupará de avanzar en la integración de los aportes y en la definición de la letra chica de la futura sociedad anónima.
Según se indicó desde el municipio, la inversión que se piensa realizar en el predio adyacente al hospital Santa Rosa –al que el intendente llamó alguna vez “baldío de lujo”- alcanza los 3.175.000 pesos. Además, se indicó que “durante diez días los interesados podrán incorporarse como nuevos inversionistas”.
La historia del proyecto termal, que ahora dio un paso en suelo más firme, tiene por lo menos seis años de vida, si se toma como “fecha de nacimiento” la obtención del recurso.
Fue el 26 de noviembre de 2003 –seis meses y doce días después de iniciada la perforación- que el agua comenzó a surgir, a una temperatura de 40 grados, del pozo de 1380 metros ubicado en el predio de San Martín al norte.
Unos pocos días después, el entonces presidente municipal Oscar Miranda advertía que el proyecto de Villaguay debía ser de carácter terapéutico, porque el agua era muy salobre y no se iban a poder utilizar grandes caudales.
En julio de 2004, y en contra de esa advertencia, las nuevas autoridades municipales, lograron convocar a una licitación para un proyecto que preveía millonarias inversiones y que parecía hecho a medida de quien se lo terminó adjudicando casi un año más tarde, el médico endocrinólogo Sergio Schlimovich, con quien se firmó un convenio el 30 de junio de 2005.
Más de un año pasó sin que nada pasara. Y finalmente, el 12 de septiembre de 2006, luego de varias polémicas respecto a la propiedad del predio, Schlimovich y su grupo Vitalis comunicaba que rescindía el contrato que lo vinculaba con el municipio.
Un día después, la intendenta Sandra Sánchez anunciaba que la municipalidad, con fondos propios, construiría el complejo termal. Desde ese día, el proyecto termal de Villaguay quedó paralizado. Hasta ahora.
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