El 17 de Octubre
de 1945 no fue una simple manifestación protestataria, fue una Gran Rebelión
Popular mediante la masiva participación y movilización de los trabajadores
y con verdaderas características insurreccionales.
Es por ello que John Wiliam Cooke señala: “El peronismo fue el más alto
nivel de conciencia al que llegó la clase trabajadora argentina”.
El 17 de octubre de 1945 marca el fin de una Argentina y el comienzo de
otra. Fue un hecho tan contundente, que aún hoy, y a pesar de las conquistas
perdidas, del patrimonio entregado, de las infamias cometidas, ha quedado
no sólo como recuerdo y evocación, sino como Bandera para las luchas por
la Dignidad Nacional.
Juan Jose Hernández Arregui (1913-1974) enseña que "El proceso de industrialización
que venía de la Primera Guerra Mundial y acrecentado rápidamente en el transcurso
de la Segunda, había dado origen a un proletariado industrial destinado
a una decisiva experiencia histórica en medio del pánico de los partidos
directa o indirectamente complicados con el pasado. Esas masas, decepcionadas
del socialismo, ajeno a la realidad nacional, del radicalismo en plena descomposición
histórica después de la muerte de su gran caudillo Hipólito Yrigoyen, y
del comunismo, cuyas consignas nunca entroncaron con demandas populares
del país, carecían de compromisos. El 17 de octubre no sólo fue una lección
histórica para las fuerzas del antiguo orden sino la gigantesca voluntad
política de la clase obrera. Su adhesión a un jefe no se fundó en artes
demagógicas sino en las condiciones históricas maduras que rompían con las
antiguas relaciones económicas del régimen de la producción agropecuaria,
que superaban los programas de los partidos pequeño burgueses de centro
izquierda. La revolución política exigía la reforma social. La recuperación
de la economía, enajenada al extranjero y la elevación del nivel de vida
del hombre argentino explotado, son la doble faz de un mismo fenómeno: la
toma de conciencia histórica de las masas.
Agregando para
nuestros tiempos que: “Todo el problema político de la Argentina actual
se reduce a esta irrupción consciente de los trabajadores en la historia
nacional”.
El 17 de Octubre de 1945, el Pueblo argentino junto al entonces Coronel
Juan Domingo Perón pusieron en vigencia la fuente ígnea de un sentimiento
vital: La Patria
El Pueblo junto a su Líder terminaron con el caos existente y conformaron
un nuevo perfil de Nación, de Nación Justa Libre y Soberana como realidad
sustantiva y enaltecedora.
La Patria obtuvo
su Grandeza y el Pueblo su Bienestar.
Archivo de la palabra. Producción Radio UNLP 2005 (50
minutos)
|
Leopoldo Marechal nos ha dejado plasmada esta Epopeya en su Soneto:
Era el pueblo de Mayo quien sufría,
no ya el rigor de un odio forastero,
sino la vergonzosa tiranía
del olvido, la incuria y el dinero.
El mismo pueblo que ganara un día
su libertad al filo del acero
tanteaba el porvenir, y en su agonía
le hablaban sólo el Río y el Pampero.
De pronto alzó la frente y se hizo rayo
(¡era en Octubre y parecía Mayo!),
y conquistó sus nuevas primaveras.
El mismo pueblo fue y otra victoria.
Y, como ayer, enamoró a la Gloria,
¡y Juan y Eva Perón fueron banderas!
La embajada norteamericana -el
2 de octubre- comunica al Departamento de Estado que es "necesario llegar
hasta las últimas consecuencias", si bien conviene evitar "medidas coercitivas
si éstas pueden ser reemplazadas, con éxito por la paciencia", quedando
aquellas "como última instancia para cuando quede demostrado que la tendencia
actual del pueblo argentino a resolver el problema por su cuenta haya fracasado
en alcanzar sus objetivos" 1. Mientras, en Campo de Mayo, algunos altos
oficiales, tomando como excusa las relaciones sentimentales de Perón con
la actriz Eva Duarte, descargan su animadversión contra él, originadas,
en muchos casos, en la declaración de Guerra a Alemania. Precisamente, en
esos días, circula la versión de que la designación de Oscar Nicolini- el
5 de octubre, como Director de Correos y Telecomunicaciones- obedece a la
presión de Eva Duarte. Esta cuestión opera como detonante en algunos sectores
militares, hondamente trabajados ya por la gran prensa, así como por la
campaña desarrollada por Braden. Incluso oficiales de alta graduación, de
Campo de Mayo, filiados al nacionalismo –hasta ese momento, coincidentes
con el coronel Perón- manifiestan su desagrado.
7 de octubre
El General Avalos visita a Perón
para informarle que el nombramiento de Nicolini ha caído muy mal en Campo
de Mayo y que debería ocuparse de que esa designación quede sin efecto.
El coronel le contesta que está cansado de imposiciones y que está dispuesto
a renunciar.
8
de octubre
Perón cita a jefes militares a su despacho y les informa acerca del
planteo que le han hecho el día anterior: "...De un tiempo a esta parte
vengo observando que Campo de Mayo llega hasta el Ministerio con verdaderas
imposiciones... Primero, impusieron el alejamiento del interventor de la
provincia de Buenos aires (Bramuglia), luego, la eliminación de la subsecretaría
de Informaciones y Prensa y también se realizó. Ahora exigen la renuncia
del señor Nicolini, nombrado por el Presidente de la Nación, a propuesta
del ministro del Interior. Yo no estoy dispuesto a intervenir para que renuncie,
prefiero irme a mi casa"2. La conversación deviene en altercado por lo cual
el Gral. Avalos propone asumir la representación de Campo de Mayo y mantener
un encuentro privado con Perón. Producido éste, Avalos le informa al coronel
que para resolver el diferendo, presentará el retiro y que no hará nada
que perturbe la tranquilidad del país. Disuelta la reunión, Perón informa
lo sucedido al presidente Farrell. Pero en la noche se efectúa una nueva
reunión en Campo de Mayo y allí se produce el amotinamiento. La mayoría
de oficiales designa al Gral. Avalos para que a la mañana siguiente entreviste
al presidente y le exija la renuncia de Perón a todos sus cargos.
9 de octubre
En la mañana, Avalos cumple
su misión. Farrell lo escucha y deciden de común acuerdo una visita a Campo
de Mayo para conversar con los jefes sublevados. En el Ministerio de Guerra,
Perón recibe la propuesta de varios jefes adictos para reprimir a los amotinados,
pero se niega – por ahora- pues ésa es una decisión del presidente. Se disponen
aprestos en varias guarniciones para el caso de que Farrell decida reprimir.
En Campo de Mayo, Farrell intenta disuadir a los jefes más exaltados, pero
no lo consigue. La guarnición mantiene sus exigencias, por lo cual el presidente
concluye por ceder. A las 17 y 30 horas, los generales Von der Becke y Pistarini
entrevistan a Perón, en el ministerio de Guerra, para informarle que Farrell
considera conveniente su renuncia. Perón recuerda: "Entonces, llamé a mi
ayudante de campo y le dije- Al Jefe de operaciones, que detenga todo movimiento
de tropas y que retornen a sus cuarteles, tráigame papel para escribir mi
renuncia... El Gral. Pistarini me dijo que era mejor que dijera que renunciaba
por el llamado a elecciones que se había decidido ya, que me retiraba para
actuar desde fuera del gobierno. Le contesté: mi General, no interesa la
causa más que a mí. Y escribí: Excelentísimo señor presidente de la Nación:
renuncio a los cargos de vicepresidente, ministro de Guerra y Secretario
de Trabajo y Previsión con que vuestra excelencia se ha servido honrarme"
y firmé. La entregué al Gral. Pistarini y le dije: Se la entrego manuscrita
para que vean que no me ha temblado el pulso al escribirla. Se había cerrado
un capítulo de mi vida. Di gracias a Dios por haberme permitido hacerlo
sin sacrificar una sola vida en holocausto de la irreflexión o el apasionamiento"3.
Al mismo tiempo, por documento aparte, el coronel solicita el retiro de
la institución. "Al faltarme el apoyo militar, decidí retirarme"4.
Fragmento de Perón, sinfonía del
sentimiento, de Leonardo Favio
|
En esa tarde, el gran estanciero y dirigente conservador don Antonio Santamarina,
visita al Secretario General de Partido Comunista -Victorio Codovilla- en
la Penitenciaría, informando, a la salida, a los periodistas del penal:
"Le he dicho a Codovilla que de un momento a otro ha de producirse el estallido
que aguardamos. Estamos apurados por obtener su libertad porque él puede
orientarnos"5.
En la noche, el ministro del Interior -Dr. Quijano- comunica que el gobierno
ha resuelto convocar a elecciones generales para el mes de abril de 1946
y que el coronel Perón ha renunciado a todos sus cargos, pues se había comprometido
a dejar sus funciones a partir del momento en que se produjese la convocatoria
electoral. Conjuntamente con este comunicado en el que se intenta disfrazar
la verdad de lo ocurrido, las radios informan que han renunciado dos jefes
militares adictos a Perón -los coroneles Filomeno Velazo y Domingo Molina-
a la jefatura y subjefatura de la Policía Federal.
Esa misma noche, Perón permanece
en su departamento de la calle Posadas en compañía de Evita, Mercante y
algunos oficiales que se acercan a pedir información y a brindarle su solidaridad.
"Todo esto es cosa del tanito de Villa María (Amadeo Sabattini) -señala
el coronel-. Lo ha enloquecido a Avalos. Le prometió la vicepresidencia
y ese irresponsable ha jugado el destino de la revolución"6. Además, le
señala a Roberto Pettinato: "No haga nada. Ha terminado todo, por el momento.
Ahora, hay que esperar el curso de los acontecimientos."7 A la misma hora,
a pocos kilómetros de allí –en el campo de deportes del Sindicato de Cerveceros,
en Quilmes- se lleva a cabo una reunión de dirigentes y militantes sindicales.
Son alrededor de 70. De esa reunión, sale la designación de varios gremialistas-
entre otros, Luis Gay, Alcides Montiel, Ramón Tejada y Juan Pérez- para
que visiten al coronel, a la mañana siguiente y se informen de lo ocurrido,
para trazar la táctica adecuada.
10 de octubre de 1945
Al mediodía, el grupo sindical
entrevista a Perón, en su departamento. Allí se decide la realización de
una concentración frente a la Secretaría de Trabajo y Previsión para que
Perón se dirija a los trabajadores, al abandonar el cargo. Se ignora quién
propuso ese acto, que habría de alcanzar suma importancia en el antagonismo
vivido durante esos días. ¿Fue una propuesta de los delegados obreros a
Perón, según el recuerdo de Gay?8. O, por el contrario, ¿fue una sugerencia
de Perón que los delegados asumieron con entusiasmo? Difícil saberlo, pero
lo cierto es que el acto se realiza en condiciones muy particulares: a)
se convoca para el mismo día, no dando tiempo al enemigo para orquestar
su respuesta; b) se obtiene, a través de una gestión realizada por Mercante,
la transmisión por la red oficial de radios, lo cual indicaría cierta complicidad
del presidente Farrell.
En la tarde, alrededor de 70.000 trabajadores se nuclean en torno a la Secretaría
de Trabajo, desde donde habla el coronel, por altoparlantes y en conexión
con la radio oficial. En su discurso, Perón anuncia que deja dos decretos
firmados, a favor de los trabajadores. Uno de ellos, establece un nuevo
régimen de asociaciones profesionales- otorgándoles autonomía, entre otros
derechos- y el otro, un aumento de sueldos y salarios, implantación del
salario móvil, vital y básico y participación en las ganancias. Sostiene,
además: "Deseo manifestar, una vez más, la firmeza de mi fe en una democracia
perfecta. Dentro de esa fe democrática, fijamos nuestra posición incorruptible
e indomable frente a la oligarquía. Pensamos que los trabajadores deben
confiar en sí mismos... No se vence con violencia, se vence con inteligencia
y organización. Por ello, les pido que conserven una calma absoluta y cumplan
con lo que es nuestro lema de siempre: del trabajo a casa y de casa al trabajo...
Tranquilidad y calma es lo que necesitamos para seguir invencibles. Y si
un día fuese necesario, he de formar en sus filas para obtener lo que sea
justo. Mientras tanto, que sea la calma y la tranquilidad lo que guíe los
actos de los obreros para que no se perjudique esta magnífica jornada de
justicia social. Pido orden para que sigamos adelante nuestra marcha triunfal,
pero si es necesario, algún día pediré guerra"9.
El discurso provoca fuerte irritación. Algunos jefes militares se sienten
engañados por Farrell y Perón y exigen la remoción del presidente. Otros,
como el mayor Desiderio Fernández Suárez-once años después responsable de
la masacre de José León Suárez- reacciona con más furia y parado sobre una
mesa del círculo Militar proclama: Hay que matar a Perón10. También el General
Manuel A. Mora, en la Escuela Superior de Guerra, juzga necesario "organizar
un plan de asesinato"11.
Esa noche, Perón vuelve a reunirse en la calle Posadas, con oficiales de
su confianza. El coronel Juan Giordano recuerda que Perón le dijo que si
los obreros salían a la calle podía desencadenarse una guerra civil. "¿Qué
hacemos para evitarlo? le pregunté. Perón nos dio la siguiente directiva:
-Pónganse de acuerdo con jefes y oficiales de la causa, para que las unidades
militares de la Capital reciban a los obreros que salgan a la calle y coordinen
con ellos la forma de operar. El resto de las tropas de San Martín y El
Palomar deben evitar que Campo de Mayo marche hacia la Capital12.
"La Razón" informa, esa misma noche: "Al conocerse la noticia de la renuncia
de Perón, suben las acciones de los ferrocarriles en la Bolsa de Londres.
También suben en Nueva York otros valores colocados en la Argentina"13.
11
de octubre de 1945
En la mañana del jueves, ya está en Buenos Aires el Dr. Amadeo Sabattini,
caudillo de la Intransigencia Nacional del Radicalismo, de Córdoba, quien
viene a entrevistarse con el Gral. Avalos. Arturo Jauretche intenta convencerlo
de que asuma el gobierno: "Yo sé que Avalos le entregaría el gobierno a
usted. Si se lo ofrece, tómelo. Y llévelo a Perón con usted. Sáquelo a flote.
Y aún, si el Ejército quiere enterrarlo, hágale un entierro de seis caballos.
Pero no se ponga en contra de este hombre que representa un nuevo espíritu.
Concilie ese nuevo espíritu con el viejo del radicalismo intransigente y
va a salir adelante... Que hable por radio un hombre que represente al radicalismo,
por ejemplo, Elpidio González. Que diga que el Ejército ha resuelto que
ningún militar puede ser candidato. De ese modo, usted, desde arriba, hará
el proceso que Perón quería hacer. Es la última oportunidad que tal vez
le da a usted la Historia, personalmente. Y la oportunidad tiene una sola
trenza"14. Sabattini aprueba la propuesta, en principio, pero luego conversa
con dos miembros del Comité Nacional y finalmente, le contesta a Jauretche:
-El Comité Nacional ha resuelto que se debe entregar el poder a la Corte
y... yo acato esa resolución"15. Jauretche le responde: -Sepa, Dr. Sabattini,
que la oportunidad ha pasado al lado suyo y usted no la agarró por la única
trenza que tiene. Ya no hay otra alternativa para el país que Perón o la
oligarquía. Nosotros, nos vamos con Perón. No le extrañe que el pueblo haga
lo mismo... Hemos jugado a la vieja política la última carta que era usted.
Y usted no ha entendido. Usted está terminado políticamente y me despido
con dolor porque nunca más lo volveré a ver16.
Ese día, Perón le comunica al Gral. Avalos, ahora ministro de Guerra, que
"a fin de esperar mi retiro, he solicitado licencia y desde la fecha me
encuentro en la estancia del Dr. Subiza", en San Nicolás17. Sin embargo,
junto con Eva, se traslada a la localidad de Florida, a la casa de Elisa
Duarte.
12 de octubre
En la mañana, Perón y Eva se trasladan a una isla del Tigre, a una casa
que les ha ofrecido Rodolfo Freude, hijo de un poderoso empresario alemán.
Mercante lo despide y luego marcha a una reunión con veinte dirigentes gremiales...
"Fue el primer intento- señala Félix Luna- de organizar alguna reacción
a favor de Perón"18.
"Aluvión
zoológico"
La creencia popular es que aluvión zoológico fue
la forma despectiva con que la oligarquía calificó a las
masas populares que se volcaron a la Plaza de Mayo el 17 de
octubre de 1945. La realidad es más terrible y patética: el
dicho salió de la boca del
diputado radical Ernesto Sanmartino, el 23 de mayo de
1946, quien usó la imagen para referirse a al bloque de
legisladores peronistas, donde había muchísimos obreros que
irrumpieron imprevistamente en la escena política, como
parte de la nueva mayoría popular en la Cámara de
Diputados, históricamente habitada por la élite y la
oligarquía, con escasísimas excepciones. |
Por su parte, los opositores
al gobierno militar-y en especial, a Perón- movilizan sus fuerzas. Ya el
día 11, se han concentrado diversos grupos civiles frente al Círculo Militar
donde se discute la salida a la crisis. Pero este viernes 12 de octubre,
afluye más gente, que se asienta en Plaza San Martín. En el interior del
Círculo, altos jefes militares intercambian ideas con políticos de diversos
partidos (desde los socialistas Alfredo Palacios, Américo Ghioldi y Carlos
Sánchez Viamonte hasta conservadores como José María Paz Anchorena, Adolfo
Bioy y Bernardo Houssay pasando por radicales como José María Cantilo y
Ernesto Sanmartino) Afuera: "un público selecto -según "La Prensa"- formado
por señoras y niñas de nuestra sociedad y caballeros de figuración social,
política y universitaria, jóvenes estudiantes que lucían escarapelas con
los colores nacionales, trabajadores que querían asociarse a la demostración
colectiva a favor del retorno a la normalidad"19. Armando Cascella describe
de este modo ese llamado"picnic oligárquico": "Fiesta campestre, con señoras
y señoritas de la clase ‘bien’, sentadas en las capotas de sus lujosos automóviles,
o en rueda sobre el verde césped de ese aristocrático paseo, en amable y
entusiasta tertulia ‘democrática’ mientras los mozos del Plaza Hotel y de
otras proveedurías vecinas, ayudados por jóvenes galantes, iban y venían
presurosos, con las bandejas cargadas de copetines, de botellas de champagne
y suculentos sándwiches de pollo, de pechuga de pavita y de caviar’"20.
Un dirigente stalinista -Rodolfo Aráoz Alfaro- recuerda aquella escena:
"En el Círculo se sucedían las reuniones... Nosotros, en la plaza, pronunciábamos
discursos, exigiendo la rendición incondicional del gobierno... Las consignas
eran de furiosa oposición al conjunto de las Fuerzas Armadas, con lo que
contribuíamos a unificarlas contra nosotros"21. Desde los balcones del Círculo,
el almirante Vernengo Lima intenta persuadir a los manifestantes que reclaman
"el Gobierno a la Corte": "Si bien la Corte Suprema de Justicia es una tabla
de salvación para el país, éste tienen instituciones armadas y el pueblo
tiene la obligación de respetarlas"22. Pero desde los verdes canteros rugen
gritos de desaprobación: ¡Militares no! ¡El gobierno a la Corte! ¡Militares
al cuartel!. El almirante insiste: -El país debe confiar en que el Ejército
y la Armada honestamente le propicien un gobierno del pueblo, para el pueblo
y por el pueblo". Se renuevan los abucheos: ‘Son todos iguales’... ’Está
mintiendo’... El Almirante se indigna: Usted no tiene derecho a dudar de
la palabra del Almirante Berengo Lima... Desde la plaza, gritan: ‘Habla
como Perón’... Ante semejante comparación, el Almirante hierve de ira y
rechaza lo que considera una afrenta: ¡Yo no soy Perón!...El griterío le
dificulta continuar la exposición, pero alcanza informar que "Todos los
culpables de este estado de cosas serán castigados, comenzando por Perón..."23.
"Durante más de diez horas -recuerda Juan José Real- esta concentración
de apellidos ilustres, de jóvenes universitarios y de militantes comunistas,
reclamó la entrega del poder al alto tribunal y se desgañitó cantando un
estribillo con música de la marcha radical: "Adelante, ciudadanos/ Adelante,
sin cesar/ No queremos dictadura/ ni gobierno militar"24. María Rosa Oliver
testimonia: "...Los comunistas, al contrario de los anarquistas, inflexibles
y líricos, se habían unido para ganar la guerra a todos los que perseguían
el mismo fin (a esto se llamó ‘browderismo’, en Estados Unidos), lanzando
la consigna ‘vencer al fascismo’.
Por
serles fieles, no tuvimos reparos en aceptar el apoyo abierto del nuevo
embajador norteamericano Spruille Braden. Ese día estuve puntual, a las
9 de la mañana, en plaza San Martín... Desde donde estoy no llego a oír
lo que en sus arengas dicen el radical, el conservador, el comunista, el
socialista y el demócrata progresista. A todos los aplauden por igual. Terminado
el aplauso, un solo clamor: Gobierno a la Corte... Me acerco a Jerónimo
Arnedo Álvarez (uno de los principales dirigentes del Partido Comunista)
y le pregunto si este es el pueblo con que contamos. Me asegura que los
obreros empezarán a llegar después de las cuatro. Alentada, decido esperar...
No me cabe duda: los asistentes a este acto pertenecemos a una clase social
definida... Pasadas las cuatro.. miro y miro sin ver llegar lo que espero.
Gente nueva afluye a la plaza, pero no es obrera."25
Esa misma tarde, Farrell, después de conversar con Vernengo Lima, decide
la detención de Perón argumentando que se tata de una medida de seguridad
pues su vida corre peligro. Sin embargo la decisión consiste en llevarlo
preso a un buque de la Armada, lo cual podría indicar que la decisión le
ha sido impuesta por el Almirante.
Poco después, el Jefe de Policía coronel Mittelbach se dirige a Tres Bocas,
en el Tigre, para apresar a Perón. Mientras, esa noche, la policía dispersa
a los manifestantes de Plaza San Martín, produciéndose graves enfrentamientos,
de los cuales resulta muerto un médico, militante de los grupos opositores
al gobierno.
13 de octubre
A la una de la madrugada, en el Tigre, Mittelbach le comunica a Perón
que tiene orden de trasladarlo a un buque de guerra. Perón se niega a acompañarlo
argumentando que no quiere ser sacado de su jurisdicción y solicita que
se comuniquen con Farrell para modificar la orden, al tiempo que él se traslada
a su departamento de la calle Posadas, donde esperará novedades. Alrededor
de las dos y media del sábado 13, el subjefe de policía -mayor D’Andrea-
se presenta en dicho departamento y se traslada, con Perón, en carácter
de detenido, a la cañonera "Independencia", para tomar rumbo hacia la isla
Martín García. Mercante los acompaña y recuerda la despedida: "Perón susurró
unas palabras recomendándome a Eva y luego, suelto y natural, subió la pasarela.
Me quedé mirándolo desde abajo. De pronto advertí que el marinerito que
montaba guardia a mi lado, estaba llorando. Por su rostro morocho corrían
las lágrimas silenciosamente. ¡Entonces sentí una enorme tranquilidad y
supe con claridad total que íbamos a ganar la partida!26. Lo sucedido indicaría
que el Gral. Farrell ha cedido frente a la presión del Almirante Vernengo
Lima y del Gral. Avalos. Ambos jefes se reparten transitoriamente las carteras
del gabinete, mientras el presidente encomienda al D. Juan Alvarez -hombre
de la judicatura- la reorganización ministerial.
"Crítica" titula : "Perón ya no constituye un peligro para el país"27 28.
En la noche del 13 de octubre,
el profesor Juan Fentanes, nuevo secretario de Trabajo y Previsión, se dirige
a los obreros por radiofonía intentando disipar inquietudes acerca de la
pérdida de conquistas sociales, aunque manifestando su convicción de que
el Estado no debe cumplir papel relevante en los conflictos laborales "pues
obreros y patrones deben resolver directamente sus problemas"29. Entre sus
primeras medidas, se informa que se ha declarado feriado "no pago" al día
12 de octubre.
En la tarde de ese mismo día, Perón le escribe una carta al presidente Farrell
manifestándole la injusticia de que es objeto, especialmente porque "si
me encuentro detenido a disposición del Poder Ejecutivo, creo tener los
derechos elementales que me acuerda la ley". Señala, asimismo, que no sabe
de qué se lo acusa y que "hubiese preferido ser fusilado por cuatro viejos
montañeses y no pasar por lo que estoy pasando", en jurisdicción militar
y peor aún, bajo la custodia de los hombres de la Armada. Además, le solicita
a Farrell que acelere su trámite de retiro del Ejército. También le escribe
a Eva, carta que lamentablemente no se ha encontrado hasta ahora. Una tercera
carta va dirigida a Mercante : "... Me hace mucha gracia que algunos creyeran
que yo me iba a escapar. Son unos angelitos pues si lo hubiera querido hacer,
tenía diez embajadas con amigos que me hubieran acogido con los brazos abiertos.
Ellos olvidan que yo soy un soldado de verdad y que si no hubiera querido
entregarme, hubiera sido otro el procedimiento que habría seguido. Con todo,
estoy contento de no haber hecho matar un solo hombre por mí y de haber
evitado toda violencia. Ahora, he perdido toda posibilidad de seguir evitándolo
y tengo mis grandes temores que se produzca allí algo grave... Le encargo
mucho a Evita, porque la pobrecita tiene sus nervios rotos y me preocupa
su salud. En cuanto me den el retiro, me caso y me voy al diablo. Saludo
a todos los amigos y en especial al "peronismo"... Querido amigo. Usted
es de los excelsos, por eso vivirá amargado pero con una conciencia feliz.
La conciencia es la madre del alma, por eso nos adormece con una canción
de cuna cuando está pura y limpia"30.
Con respecto a esta declaración de "me caso y me voy al diablo", algunos
suponen que fue un momento de agotamiento y de hastío por parte del coronel.
Otros, como Fermín Chávez, sostienen que se trata de una maniobra para confundir
al enemigo, en conocimiento de que todas sus cartas serían leídas por sus
carceleros antes de ser remitidas.
14
de octubre
"La Epoca" informa que el planteo de los dirigentes políticos de entregar
"el gobierno a la Corte" significaría la asunción, como presidente, del
Dr. Roberto Repetto, "gran amigo de Robustiano Patrón Costas y de otros
fuertes empresarios azucareros del Norte"31. Transcribe, asimismo, una declaración
del Comité Centro y Constitución del Partido Comunista: "Por la entrega
del poder a la Suprema Corte y un ministerio de conciliación nacional. Pueblo
de la Capital: las bandas nazifascistas juntamente con su policía gestapista
y con la complicidad del Gral. Avalos, han ametrallado a mansalva al pueblo
de Buenos Aires congregado en la Plaza San Martín, en el día de ayer. Numerosos
muertos y heridos constituyen el saldo de esta vandálica represión -sin
precedentes en la historia argentina- contra toda la ciudadanía que exige
la entrega del Gobierno a la Suprema Corte y la constitución de un ministerio
de Unidad Nacional, donde estén representados todos los partidos políticos
antifascistas, el movimiento obrero independiente, el estudiantado y todos
los sectores económicos y sociales, civiles y militares de la Nación que
aspiran al retorno inmediato de la normalidad constitucional. No hay solución
política actual a espaldas del pueblo. Pueblo argentino: No intimidarse.
Salid a la calle y aplastad a los nazis y pistoleros peronianos"32.
Ese mismo día 14, el Gral. Avalos visita a Victorio Codovilla en el Departamento
de Policía. Pocas horas antes de que el dirigente stalinista recuperase
la libertad, Avalos mantuvo una larga plática con él, de la cual sólo trascendió
esta información: "El dirigente comunista habría dicho: - Hemos cometido
un error en no haber apoyado antes a este gobierno. Temo que ya sea tarde.
Rodolfo Puiggros se refiere a esta entrevista y comenta que, por supuesto,
"al decir este gobierno, Codovilla se refería al que representaba Avalos33,
es decir, que para el secretario general del Partido Comunista los militares
dejaban de ser nazifascistas por el mero hecho de haber detenido a Perón.
A su vez, otro dirigente del mismo partido da fe de su vocación "democrática"
visitando al otro gran enemigo de Perón, el jefe de la Armada: "Con un grupo
de personas- recuerda Rodolfo Ghioldi- fuimos a ver al almirante Vernengo
Lima al ministerio y me permití decirle: - Pero, ustedes van a ser derrocados
pasado mañana; la policía está en las mismas manos, la policía no deja que
los sindicatos hagan asambleas, persigue gente que quiere luchar y salir
a la calle, les está metiendo palos y llevándola a los calabozos... Me dijo
que estaba equivocado y como yo insistiese, se comprometió a comunicárselo
al Gral. Avalos"34.
Este
pack de textos peronistas (documentos individuales en un paquete comprimido zip
9 Mb en doc y pdf) incluye: Obras de Perón: Descartes
(seudónimo) - Política y estrategia; Carta al presidente Kennedy; Conducción
política; Doctrina Nacional; La comunidad organizada; La Hora de los Pueblos; Modelo argentino; Discurso
Primer Congreso de Filosofía; Quieren nuestros recursos; Tres revoluciones
militares: Un año de tiranía y La fuerza es el derecho de las bestias.
Obras de Evita: La razón de mi vida, Mi mensaje, Por qué soy peronista; Clases
en la Escuela Superior Peronista; EL
peronismo será revolucionario y Discurso del renunciamiento; Textos y discursos.
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Mientras, en Martín García,
Perón escribe dos cartas. La primera, al Gral. Avalos, donde afirma que
"soy todavía un oficial superior del Ejército en actividad y desconozco
el delito de que se me acusa... por lo cual solicito quiera servirse ordenar
se realicen las diligencias del caso para esclarecer los hechos y de acuerdo
a la ley, disponer en consecuencia mi procesamiento o proceder a resolver
mi retorno a jurisdicción y libertad, si corresponde"35. La segunda es una
nueva carta a Eva, caracterizada por las expresiones cariñosas hacia su
compañera. En lo que atañe al aspecto político, afirma: "... Hoy he escrito
a Farrell pidiéndole que me acelere el retiro, en cuanto salgo nos casamos
y nos iremos a cualquier parte a vivir tranquilos... ¿ Qué me decís de Farrell
y de Avalos? Dos sinvergüenzas con el amigo. Así es la vida...Te encargo
le digas a Mercante que hable con Farrell para ver si me dejan tranquilo
y nos vamos al Chubut los dos....Trataré de ir a Buenos Aires por cualquier
medio, de modo que puedes esperar tranquila y cuidarte mucho la salud. Si
sale el retiro, nos casamos al día siguiente y si no sale, yo arreglaré
las cosas de otro modo, pero liquidaremos esta situación de desamparo que
tú tienes ahora...Con lo que yo he hecho estoy justificado ante la historia
y se que el tiempo me dará la razón. Empezaré a escribir un libro sobre
esto y lo publicaré cuanto antes, veremos entonces quien tiene razón ..."36.
Este proyecto de alejarse de la acción pública- aunque, al mismo tiempo,
anuncia su decisión de escribir un libro para continuar la lucha- constituiría,
según algunos ensayistas peronistas, un nuevo intento de despistar a quienes
revisasen la correspondencia. Sin embargo, parece más razonable entenderlo
como una actitud propia de quien se encuentra detenido, traicionado por
sus camaradas de armas y cuando aún no se ha producido la reacción popular
en su defensa.
A media tarde de ese día 14, llega a Martín García el capitán-médico Miguel
Angel Mazza, quien desde hace años atiende la salud de Perón. Mazza le trae
la siguiente información, que le envía el coronel Franklin Lucero: "Según
Lucero, había que contar con tres generales: Sosa Molina, Solari y Urdapilleta.
El Ejército del interior no podía estar con Campo de Mayo... La famosa Escuela
de Guerra, termómetro de la reacción en el Ejército, estaba ahora dividida
y se balanceaba a favor de Perón"37. Acerca de los obreros, Mazza le informa
que "el mayor Estrada estaba en contacto con Alcides Montiel y que se trabajaba
secretamente"38. Mazza y Perón conversan extensamente y convienen en plantear
-tomando por base unas radiografías de años atrás- que el clima húmedo de
la isla daña seriamente su salud, reclamándole a Farrell que disponga su
traslado a la Capital.
15 de octubre
El
Dr. Mazza entrevista al presidente Farrell y le entrega su informe acerca
del deterioro de la salud de Perón, "lo cual obliga imprescindible e impostergablemente
a un examen clínico y de laboratorio en un ambiente hospitalario"39. Farrell
asiente, en principio, a la solicitud, pero envía a Mazza para que formule
la misma petición ante el ministro de Guerra, Gral. Avalos. El médico sabe
que su argumento es un arma poderosa: las Fuerzas Armadas no pueden cargar
con la responsabilidad, frente al pueblo, de que Perón enferme gravemente,
con peligro de muerte, a causa de su detención, la cual, según los informes
oficiales, procura protegerlo ante amenazas contra su vida. Horas después,
ya en su consultorio, Mazza es citado por el Alte. Vernengo Lima quien opone
reparos a lo que considera demasiada buena voluntad de Farrell. A la Armada
le disgusta la posibilidad de flexibilizar el control sobre Perón y además,
mantiene dudas acerca de la veracidad de la información médica. El traslado
de Perón provoca diversas reuniones y tarda en definirse.
Mientras, el Dr. Juan Alvarez continúa parsimoniosamente sus gestiones dirigidas
a constituir el nuevo gabinete. Los diarios recogen versiones de que se
recurriría a viejos políticos conservadores, entre otros, Alberto Hueyo,
Isidoro Ruiz Moreno, Jorge Figueroa Alcorta y Tomás Amadeo. Por su parte,
la embajada norteamericana celebra la detención de Perón: "Perón está fuera
del juego políticamente hablando, sin apoyo palpable en el Ejército y muy
poco del sector gremial colaboracionista"40.
Pero la diplomacia norteamericana se equivoca. "El 15 de octubre se declara
la huelga revolucionaria por tiempo indeterminado en todos los ingenios
", recuerda Luis René Villacorta, dirigente de la FOTIA41. Los trabajadores
tucumanos del azúcar exigen, además, la reunión del Comité Central Confederal
de la C.G.T. Asimismo, en Berisso, al impulso combativo de Cipriano Reyes,
los trabajadores de la Carne comienzan a movilizarse y al atardecer recorren
las calles de esa localidad a los gritos de ¡Viva Perón y la Secretaría
de Trabajo!"42. "La Epoca" informa la irritación que cunde en la clase trabajadora,
bajo el título, en pág. 2 : "Iniciaron los patrones su ataque a las conquistas
sociales".La nota explica que dada la resolución del nuevo Secretario de
Trabajo, los empleadores se niegan a abonar el feriado del 12 de octubre
y que en algunas fábricas han aparecido carteles, colocados por la patronal
en las puertas de acceso, con el siguiente texto: "El 12 de octubre vayan
a cobrárselo a Perón"43. Esta actitud provoca incidentes en varias fábricas.
La
cúpula de la Central Obrera, atemorizada por la presión que viene desde
las bases, visita al Gral. Avalos para solicitarle garantías de que las
conquistas sociales no serán derogadas44. También solicitan audiencia al
presidente Farrell, para el día siguiente, a fin de asegurarse que sus reclamos
serán escuchados y ante los reclamos del interior convocan al Comité Central
Conferederal para el martes 16 de octubre, a las 18 horas, en Buenos Aires,
organismo al cual proponen se declare una huelga general en todo el país.
En la noche del 16, "la policía disuelve una manifestación que daba vivas
al coronel Perón en Florida y Corrientes, pleno centro porteño"45. En el
Chaco se anuncia paro general... En Avellaneda y Rosario se producen manifestaciones
con participación de miles de trabajadores... Paran los obreros ferroviarios
de Junín...Huelga en el frigorífico Wilson, de Puente Alsina46.
16 de octubre
En la mañana, los dirigentes de la CGT visitan al presidente Farrell,
al cual participan de su preocupación por la salud del coronel Perón, así
como que algunos gremios, en forma parcial, han salido a la calle reclamando
por su libertad. También le expresan la preocupación reinante en la clase
trabajadora ante las versiones de los diarios acerca del nuevo gabinete
que estaría integrado por hombres del conservadorismo. El Gral. Avalos intenta
tranquilizarlos manifestándole que Perón se halla "protegido" por el Gobierno
y al mismo tiempo, emite un comunicado en el que "hacer saber a la población
que el coronel Perón no se encuentra detenido"47. Perón, desde su cautiverio,
le envía un mensaje a Avalos: "Comunico al señor Ministro que mientras la
radio anuncia que no estoy detenido, hace cuatro días que me encuentro detenido
e incomunicado y con dos centinelas de vista en la prisión de esta isla"48.
Un hombre de FORJA, Darío Alessandro, testimonia acerca de su encuentro,
en esos días, con oficiales de Campo de Mayo que se encuentran replanteando
su posición. La oficialidad, de posición nacionalista, ante los rumores
de que regresarían al poder los viejos políticos conservadores, manifiestan
su disconformidad y sostienen que ellos "al provocar la caída de Perón,
no pensaban en replantear la vuelta a la vieja Argentina y menos aún de
esa gente de la oligarquía"49. Estos oficiales habrían influído sobre el
resto de Campo de Mayo para debilitar el apoyo al Gral. Avalos.
"La Epoca" expresa el cambio de situación que se está produciendo: "Desde
la Quiaca hasta Tierra del Fuego y desde el Atlántico a los Andes, se pide,
se clama y se exige la libertad del coronel Perón"50. "Los trabajadores
de todo el país se han puesto de pie para reclamar la libertad del coronel
Perón"51.
Después del 17: Publicidad
callejera de la campaña del Partido
Laborista
|
Al mediodía, el presidente
Farrell decide – a propuesta de Vernengo Lima- que los doctores Nicolás
Romano- de antigua militancia radical- y José Tobías, acompañados del capitán
de corbeta Andrés Tropea y el comisario Rodríguez, viajen a Martín García
para establecer el verdadero estado de salud de Perón y decidir acerca de
si corresponde o no su traslado a un hospital de Buenos Aires. A media tarde,
esas personas parten a cumplir su misión arribando a la isla al anochecer.
Aproximadamente a la misma hora, inicia sus deliberaciones el Comité Central
Confederal de la CGT en la sede de la Unión Tranviarios. Por su parte, "La
Unión Obrera Local- expresión sindical del Partido Comunista-sostiene que
"desautoriza las versiones a favor de una huelga inminente lanzadas por
un grupo afecto al gobierno desplazado y por elementos nazis que pretenden
obstruir el camino de las elecciones libres"52. En el mismo sentido se expresa
la Federación Obrera de la Carne, en manos del stalinismo: "...bandas armadas,
extrañas a los obreros de los frigoríficos, encabezadas por Cipriano Reyes,
tratan de impedir el ingreso al trabajo. Los trabajadores no deben abandonar
sus tareas y deben movilizarse para terminar de una vez con estas maniobras
del nazifascismo que atentan contra la libertad, la democracia y el progreso
del país"53. A su vez, el Partido Socialista denuncia "la maniobra encaminada
a confundir la opinión de los trabajadores y crear factores de perturbación
y anarquía...tentativa de los dirigentes entregados a la dictadura implantada
por el ex secretario de Trabajo y Previsión"54.
Al llegar la comitiva a Martín García, durante la noche, Perón se niega
a ser revisado pues él tiene su médico y ésta ya ha informado al respecto.
El capitán Tropea vacila, pero finalmente se comunica con sus superiores.
Se produce una situación confusa. Perón afirma que "por orden expresa del
presidente, en contra de la decisión del ministro de Marina" se decidió
el traslado55. Hacia la medianoche, se realizan los preparativos para conducir
al coronel al Hospital Militar. A esa hora ya se conoce la decisión de la
Central Obrera: por 16 votos contra 11 , "la CGT, en defensa de las conquistas
obtenidas y las por obtener y considerando que éstas se hallan en peligro
ante la toma del poder por las fuerzas del capital y la oligarquía, declara
un Paro General en todo el país por el término de 24 horas, que se hará
efectivo el día jueves 18 de octubre, a partir de la cero hora"56.
17 de octubre
A las 6 horas, Juan Perón ingresa al Hospital Militar. A las 7, en Brasil
y Paseo Colón, la policía dispersa alrededor de mil personas que se dirigían
hacia la Casa de Gobierno. A las 8 y 30 es disuelta una manifestación en
Independencia y Paseo Colón. A las 9hs , por Alsina, hacia el oeste, va
una columna estimada en 4000 trabajadores. A las 9 y 30hs es dispersada
una concentración reunida frente al Puente Pueyrredón de alrededor de 10.000
personas57. A mitad de mañana, grupos de trabajadores reclaman frente al
Hospital Militar, exigiendo ver a Perón. Las radios informan que se está
generalizando la huelga, no obstante que la CGT declaró el paro para el
día 18. Al mediodía, la policía vuelve a dispersar a grupos de manifestantes
que se habían concentrado en Plaza de Mayo. FORJA da una declaración donde
sostiene que " en el debate planteado en el seno de la opinión, está perfectamente
deslindado el campo entre la oligarquía y el pueblo...y , en consecuencia,
expresa su decidido apoyo a las masas trabajadoras que organizan la defensa
de sus conquistas sociales"58. Por entonces, el coronel Gemetro le sugiere
a Avalos: General, si a esa gente no la para la policía, lo podemos hacer
nosotros con unos pocos hombres... -Quédese tranquilo. No va a pasar nada-contesta
Avalos. Todo lo que la gente quiere es ver a Perón, saber que está bien.
Después, se irán como vinieron"59.
Después del mediodía, la policía modifica su actitud frente a los manifestantes.
"La crisis del poder liberó los sentimientos de los agentes de la tropa
-afirma Perelman- muchos de ellos provincianos y con bajos sueldos... Los
vigilantes se declararon peronistas"60. Esto es verdad, pero también es
cierto que un amigo de Perón, el coronel Filomeno Velazco, controla ya la
planta baja del Departamento de Policía y da órdenes a los agentes.
A las 15 y 30, un grupo de sindicalistas mantiene una reunión con Perón
en el Hospital Militar. En las primeras horas de la tarde, varias columnas
confluyen, en Avellaneda, ante el puente. "Era una muchedumbre de 50.000
personas -sostiene Cipriano Reyes-... Minutos después, las pasarelas del
puente comenzaron a bajar y la muchedumbre se lanzó para pasar al otro lado"61.
"Nosotros no participamos del 17 de octubre -recuerda un dirigente gremial
del Partido Comunista-. Los metalúrgicos que nosotros controlábamos trabajaron
el 17 de octubre. No lo entendimos, no seguimos a la masa y nos costó muy
caro"62. Un periodista afirma que a las 13 hs. "el ministerio de marina
rechaza un ofrecimiento de dirigentes comunistas para que obreros armados,
de esa tendencia, enfrenten a los trabajadores peronistas"63. "Yo estaba
avergonzado e indignado Eso es, indignado y avergonzado", recuerda Jorge
Luis Borges64.
Han pasado ya las 16 horas cuando, ante el crecimiento de la concentración
popular, el presidente Farrell envía a algunas personas de su confianza
para conversar con Perón y encontrar una salida a la crisis. Así, el brigadier
Bartolomé de la Colina y el Gral. Pistarini conversan con Armando Antille,
radical irigoyenista que viene colaborando en las tareas de acercamiento.
En un piso alto del Hospital Militar, el coronel, en pijama, recibe información
de lo que ocurre y espera el desarrollo de los acontecimientos. "Estábamos
allí- recuerda Franklin Lucero- sus amigos de las buenas y malas horas..."65.
"Las llamadas desde la Casa de Gobierno se sucedían. Farrell quería calmar
a la muchedumbre. En determinado momento, Perón me preguntó: - ¿Hay mucha
gente? Realmente, ¿hay mucha gente, che?... Nunca me había tuteado. Pero
su creciente entusiasmo, se comenzaba a apreciar en su cambio físico y espiritual"66.
Mientras, en la plaza de Mayo, el Gral. Avalos intenta infructuosamente
dirigirse a los trabajadores. La respuesta de la plaza es contundente: "Queremos
a Perón"67.
El día después
Superada la euforia del 17 de octubre
la CGT convoca a una huelga general para el 18 de octubre. La
huelga se acató y, al igual que durante la jornada anterior,
no existieron desmanes significativos.
El 19 de octubre la CGT (que oficialmente aún no respondía
al peronismo) se reúne para analizar los alcances de la huelga y labra un
acta en la que se hace una sola mención a la jornada del 17
y en ningún momento se nombra al coronel Perón. |
"Se hacía evidente que el gobierno
quería parlamentar- testimonia el capitán Russo. Recuerdo que entonces Perón
me dijo textualmente: - Ha llegado el momento de aprovechar la debilidad
del enemigo"68. Poco después, se conviene que el Gral. Avalos se traslade
al Hospital Militar, para conversar con Perón. "Avalos me expresó - recuerda
Perón- sus deseos de que yo hablara al pueblo para calmarlo e instarlo a
que se retirara de la plaza de Mayo"69. De esta conversación surge la conveniencia
de una reunión Farrell- Perón. Mientras tanto, en la Casa Rosada, Vernengo
Lima presiona a Farrell para disolver la concentración apelando a la fuerza
militar: "Usted está cometiendo un grave error. Esto hay que disolverlo
a balazos y va a ser difícil, hay mucha gente"70. El presidente se niega
a recurrir a la represión: "El ministro de Marina insiste, explicando que
las ametralladores están en el techo: Si tiramos al aire, se van a ir....Pero
el Presidente se mantiene inconmovible: -No, señor. No se hace ningún disparo.
La gente puede morir por el pánico. Yo no autorizo nada71.
Los diarios de la tarde informan acerca de la situación, desde su perspectiva
reaccionaria: "Numerosos grupos, en abierta rebeldía- según "La Razón"-
paralizaron en la zona sur los tranportes y obligaron a cerrar fábricas,
uniéndose luego en manifestación"72. Acompaña la noticia con una declaración
del Partido Comunista de la Provincia de Buenos Aires donde se denuncian
"los desmanes de elementos peronistas de Cipriano Reyes y demás aventureros
a sueldo de la Secretaría de Trabajo que en bandas armadas han ido provocando
a la población y obligando a los obreros a hacer abandono de sus trabajos.
Tales hechos han sido denunciados al ministro del Interior Gral. Avalos
por este comité"73. "Crítica", por su parte, aparece con grandes titulares:
"Grupos aislados que no representan al auténtico proletariado argentino
tratan de intimidar a la población... En varias zonas de Buenos aires, los
grupos peronianos cometieron sabotaje y desmanes"74. Los periódicos informan,
además, que el Dr. Juan Alvarez ha visitado la Casa de Gobierno con el listado
de los hombres de doble apellido que conformarían el nuevo gabinete.
Desde el Hospital Militar, Perón se aviene a conversar con Farrell pero,
pone condiciones: "Primero, que Vernengo Lima se mande a mudar, segundo,
que la Jefatura de Policía la ocupe Velazco, tercero, que lo busquen a Pantín
y lo pongan al frente de las fuerzas de mar y que Lucero se haga cargo del
Ministerio de Guerra. Además, hay que traer inmediatamente a Urdapilleta,
que está en Salta, para que se haga cargo del ministerio del interior. Esas
son mis condiciones"75.
Rato después, Farrell y Perón conversan en la residencia presidencial. "Me
dijo Farrell:- Bueno, Perón, ¿qué pasa?. Yo le contesté: Mi General, lo
que hay que hacer es llamar a elecciones de una vez. ¿Que están esperando?
Convocar a elecciones y que las fuerzas políticas se lancen a la lucha...
-Esto está listo, me contestó y no va a haber problemas. -Bueno, le dije:-
Entonces, me voy a mi casa. -
No,
déjese de joder, me dijo y me agarró de la mano: Esa gente está exacerbada
, nos van a quemar la Casa de Gobierno!76.
Aproximadamente a las 23 horas, Farrell y Perón ingresan a la Casa Rosada.
-Venga, hable, me dijo Farrell, recuerda Perón. Minutos después, el coronel
ingresa al balcón y se abre ante su mirada un espectáculo majestuoso mientras
una ovación atronadora saluda su presencia. En la noche de Buenos Aires,
una inmensa muchedumbre, que algunos estiman en trescientos mil , otros
en quinientos mil y el diario "La Epoca" en un millón de personas, vibra
coreando su nombre: ¡Perón! Perón. Los diarios encendido a manera de antorchas
resplandecen sobre la negrura nocturna celebrando la victoria popular .
Alguien alcanza una bandera hasta el balcón: es una bandera argentina que
lleva atada una camisa. El coronel la toma y la hace flamear de un lado
a otro, ante la algarabía popular. ¡Ar-gen-ti-na! ¡Ar-gen-ti-na!. Farrell
y Perón se abrazan, produciendo un nuevo estallido de júbilo popular. El
presidente intenta vanamente dirigirse a los manifestantes, pero el impresionante
griterío no se lo permite. Finalmente, pronuncia unas pocas palabras para
comunicar que el gobierno no será entregado a la Corte Suprema, que ha renunciado
todo el gabinete, que el coronel Mercante será designado Secretario de Trabajo
y Previsión y que "otra vez está junto a ustedes el hombre que por su dedicación
y empeño ha sabido ganar el corazón de todos: el Coronel Perón"77.
El coronel, profundamente conmovido, se acerca al micrófono. "¡Imagínese
-recordará años después- ni sabía lo que iba a decir... Tuve que pedir que
cantaran el himno para poder armar un poco las ideas"78. Concluido el himno
nacional, el coronel se dirige a la multitud: "Trabajadores. Hace casi dos
años, desde estos mismos balcones, dije que tenía tres honras en mi vida:
¡la de ser soldado, la de ser un patriota y la de ser el primer trabajador
argentino!. Una larga ovación interrumpe el discurso. El coronel comunica
al pueblo que ha sido firmada su solicitud de retiro y que esa renuncia
a su carrera militar la ha dispuesto "para ponerme al servicio integral
del auténtico pueblo argentino.... Muchas veces me dijeron que ese pueblo
por el que yo sacrificaba mis horas de día y de noche, habría de traicionarme.
Que sepan hoy los indignos farsantes que este pueblo no engaña a quien no
lo traiciona. Por eso, quiero, en esta oportunidad, como simple ciudadano,
mezclado en esta masa sudorosa, estrechar profundamente a todos contra mi
corazón, como lo podría hacer con mi madre...". Su discurso resulta interrumpido
, varias veces, por la pregunta que inquieta al pueblo: ¿dónde estuvo? Pero
él prefiere no contestar y finalmente le pide al pueblo: "No me pregunten
ni me recuerden cuestiones que yo ya he olvidado. No quiero empañar este
acto con ningún mal recuerdo." Luego afirma: "...Ha llegado el momento del
consejo. Trabajadores: únanse, sean hoy más hermanos que nunca ...Y les
pido que realicen el día de paro festejando la gloria de esta reunión de
hombres de bien y de trabajo, que son la esperanza más pura y más cara de
la patria". Desde el gentío, surge la ocurrencia: ¡Mañana es San Perón!
¡Mañana es San Perón!. Finalmente, el coronel afirma: "...Al abandonar esta
magnífica asamblea, háganlo con mucho cuidado... Tengan presente, que necesito
un descanso que me tomaré en Chubut para reponer fuerzas y volver a luchar,
codo a codo con ustedes, hasta quedar exhausto, si es preciso... Y ahora,
para compensar los días de sufrimiento que he vivido, quiero pedirles que
se queden en esta plaza, quince minutos más , para llevar en mi retina el
espectáculo grandioso que ofrece el pueblo desde aquí"79.
Rato después, la imponente concentración se dispersa lentamente. Los trabajadores
fabriles han irrumpido tumultuosamente en la historia argentina y han liberado
al coronel, quebrando el poder de la oligarquía.
Al mismo tiempo que la presencia popular en la plaza definía la puja por
el poder, el ala nacional del Ejército había cumplido un rol importantísimo.
El coronel Filomeno Velazco había logrado controlar la Policía Federal,
lo que explica la libertad de movimientos otorgada a los agentes. También
el coronel Carlos Mujica se apoderó del regimiento 3 de infantería. Hacia
la noche, Pistarini y Lucero tomaron el ministerio de Guerra, mientas Estrada
y Mercante se ubicaban en la Secretaría de Trabajo.
En el interior del país, importantes concentraciones de trabajadores- especialmente
en Rosario,. Tucumán, Córdoba y Mendoza- se dispersan en orden con la alegría
del triunfo. Así ocurre también en Buenos Aires, pero el odio riega de sangre
las primeras horas del día 18: una manifestación peronista es tiroteada
desde adentro del diario "Crítica", provocando la muerte de Darwin Passaponti
y Francisco Ramos.
Un nuevo ciclo histórico se inicia en la Argentina.
Opiniones
sobre el 17 de octubre
"El país era otro país y no quisieron entenderlo... El 17 de octubre,
más que representar la victoria de una clase, es la presencia del nuevo
país con su vanguardia más combatiente y que más pronto tomó contacto con
la realidad propia". Arturo Jauretche80.
"Cuando en la época de nuestra famosa Unión Democrática, tantos intelectuales
de izquierda marchábamos al lado de conservadores como Santamarina y señoras
de la sociedad, deberíamos haber sospechado que algo estaba funcionando
mal". Ernesto Sábato81.
"El 17 de octubre fue preparado por la Policía Federal y la Oficina de Trabajo
y Previsión, convertida en una gran máquina de propaganda tipo fascista..."
Unión Cívica Radical82.
"...Había dos países en octubre de 1945: el país elegante y simpático con
sus intelectuales y su sociedad distinguida sustentada en su clientela "romana"
y el país de ‘la corte de los milagros’ que mostró entonces toda su rabia
y toda su fuerza. ¡Nueve días que sacudieron al país! ¡Nueve días en que
la verdad se desnudó! ¡Nueve días que cierran una época e inauguran otra!...
Desde luego, el odio no es el único ingrediente del peronismo pero es el
fundamental, el cemento que aglutinó a las masas en torno a Perón". Emilio
Hardoy, dirigente conservador83.
"En los bajíos y entresijos de la sociedad hay acumuladas miseria, dolor,
ignorancia, indigencia más mental que física, infelicidad y sufrimiento.
Cuando un cataclismo social o un estímulo de la policía moviliza las fuerzas
latentes del resentimiento, cortan todas las contenciones morales, dan libertad
a las potencias incontroladas, la parte del que pueblo que vive ese resentimiento
y acaso para su resentimiento, se desborda en las calles, amenaza, vocifera,
atropella, asalta a diarios , persigue en su furia demoníaca a los propios
adalides permanentes y responsables de su elevación y dignificación". Partido
Socialista84.
"El 17 de octubre es uno de los tantos golpes de cuartel". Grupo Obrero
Marxista85.
"Era el subsuelo de la Patria sublevado... Eramos briznas de multitud y
el alma de todos nos redimía. Presentía que la historia estaba pasando junto
a nosotros y nos acariciaba suavemente, como la brisa fresca del río.. Lo
que yo había soñado e intuído durante muchos años estaba allí presente,
corpóreo, tenso, multifacetado, pero único en el espíritu conjunto. Eran
los hombres que están solos y esperan que iniciaban sus tareas de reivindicación.
El espíritu de la tierra estaba presente como nunca creí verlo". Raúl Scalabrini
Ortiz86.
"Se iniciaba un largo y doloroso período, pues quienes lo habían planeado
habían logrado desencadenar un movimiento de masas que acompañaría a la
dictadura. Con el caer de la tarde, la tristeza me dominó". Américo Ghioldi87.
"¿Cómo?, se preguntaban los figurones de la oligarquía, azorados y ensombrecidos,
¿pero es que los obreros no eran esos gremialistas juiciosos a quienes Juan
B. Justo había adoctrinado sobre las ventajas de comprar porotos baratos
en las cooperativas?. Jorge A. Ramos88.
"No sólo por los bombos, platillos, triángulos y otros improvisados instrumentos
de percusión (esa gente) me recuerda las murgas de carnaval, sino también
por su indumentaria: parecen disfrazados de menesterosos. Me pregunto de
qué suburbio alejado provienen esos hombres y mujeres casi harapientos,
muchos de ellos con vinchas que, como a los indios de los malones, les ciñen
la frente y casi todos desgreñados. ¿O será que el día gris y pesado o una
urgente convocatoria, les ha impedido a estos trabajadores tomarse el tiempo
de salir a la calle bien entrazados o bien peinados, como es su costumbre
¿ O habrán surgido de ámbitos cuya existencia yo desconozco" . María Rosa
Oliver, escritora del grupo "Sur" y camarada de ruta del partido comunista89.
"Estábamos
en el medio de la multitud, sumamente emocionados. Y advertí que en el rostro
de Nicolás Olivari corría un lagrimón" . Alberto Vanasco90.
"Con su permiso,
señor Capitán. Voy a desalojar a toda esa gente.- Sí, le dije , pero con
una condición: no dispare ningún tiro adentro del edificio... Se retiraron
entonces... El dio la orden y los soldados pusieron rodilla en tierra, dieron
vuelta sus fusiles-con la culata adelante- y comenzaron a sacudirles las
cabezas a los revoltosos. Sonaban sus cabezas que parecían mates". Isaac.
F. Rojas91.
"El
malón peronista - con protección oficial y asesoramiento policial- que
azotó al país, ha provocado rápidamente- por su gravedad- la
exteriorización del repudio popular de todos los sectores de la
República en millares de protestas... Se plantea así para nuestros
militantes, una serie de tareas que para mayor claridad, hemos agrupado
en dos rangos: higienización democrática y clarificación política. Es
decir, por un lado, barrer con el peronismo y todo aquello que de alguna
manera sea su expresión: por el otro, llevar adelante una campaña de
esclarecimiento de los problemas nacionales, la forma de resolverlos y
explicar ante las amplias masas de nuestro pueblo, más aún que lo hecho
hasta hoy, lo que la demagogia peronista representa. En el primer orden,
nuestros camaradas deben organizar y organizarse para la lucha contra el
peronismo hasta su aniquilamiento. Corresponde aquí también señalar la
gran tarea de limpiar las paredes y las calles de nuestras ciudades de
las inmundas ‘pintadas’ peronistas. Que no quede barrio o pueblo sin
organizar las brigadas de reorganización democrática. Nuestras mujeres
...deben visitar las casas de familia, comercios, etc, reclamando la
acción coordinada y unánime contra el peronismo y sus hordas. Perón es
el enemigo número uno del pueblo argentino" Declaración del Partido
Comunista, 21/10/45 92.
"El malevaje peronista, repitiendo escenas dignas de la época de Rosas y
remedando lo ocurrido en los orígenes del fascismo en Italia y Alemania,
demostró lo que era, arrojándose contra la población indefensa, contra el
hogar, contra las casas de comercio, contra el pudor y la honestidad, contra
la decencia, contra la cultura e imponiendo el paro oficial, pistola en
mano y con la colaboración de la policía que ese día y al día siguiente,
entregó las calles de la ciudad al peronismo bárbaro y desatado". Partido
Comunista93.
"Los acontecimientos de los días 17 y 18 de este mes han dejado perplejos
y confundidos a los stalinistas, socialistas y en general a toda la pequeña
burguesía que se hallaba bajo el influjo ideológico de la oligarquía y del
imperialismo... La misma masa popular que antes gritaba ¡Viva Yrigoyen!,
grita ahora ¡Viva Perón!. Así como en el pasado se intentó explicar el éxito
del yrigoyenismo aludiendo a la demagogia que atraía a la chusma, a las
turbas pagadas, a la canalla de los bajos fondos, etc., así tratan, ahora,
la gran prensa burguesa y sus aliados menores, los periódicos socialistas
y stalinistas, de explicar los acontecimientos del 17 y 18 en iguales o
parecidos términos. Con una variante: comparan la huelga a favor de Perón
con las movilizaciones populares de Hitler y Mussolini. Identificar el nacionalismo
de un país semicolonial con el de un país imperialista es una verdadera
‘proeza’ teórica que no merece siquiera ser tratada seriamente... La verdad
es que Perón, al igual que antes Yrigoyen, da una expresion débil, inestable
y en el fondo traicionera, pero expresión al fin, a los intereses nacionales
del pueblo argentino. Al gritar ¡Viva Perón!, el proletariado expresa su
repudio a los partidos pseudo-obreros cuyos principales esfuerzos en los
últimos años estuvieron orientados en el sentido de empujar al país a la
carnicería imperialista. Perón se les aparece, entre otras cosas, como el
representante de una fuerza que resistió larga y obstinadamente esos intentos
y como el patriota que procura defender al pueblo argentino de sus explotadores
imperialistas. Ve que los más abiertos y declarados enemigos del coronel
lo constituyen la cáfila de explotadores que querían enriquecerse vendiéndole
al imperialismo angloyanqui, junto con la carne de sus novillos, la sangre
del pueblo argentino... Aquellos que desconocen el sentido y la importancia
de las tareas nacionales en nuestra revolución están incapacitados para
comprender estos acontecimientos: en general, están incapacitados para comprender
nada. Los que se engañaron tomando la movilización de estudiantes, burgueses
y damas perfumadas (del 19 de setiembre) por los preludios de la ‘revolución’,
juzgan a la huelga general de l7 y 18 de octubre como una especie de aberración
que echa al suelo todas sus teorías. La aberración estaría, en todo caso,
en que individuos que se denominan a sí mismos marxistas, se pongan del
lado del imperialismo en sus escaramuzas con algunos sectores de nuestra
burguesía semicolonial... Por primera vez, en muchos años, la clase obrera
ha salido a la calle y ha influido de manera importante en el curso político
del país...Las grandes masas explotadas se están poniendo de nuevo en movimiento".
Grupo "Frente Obrero"94.
"...Es impresión generalizada que a menos que la oposición reaccione rápidamente,
el apoyo popular a Perón crecerá como una bola de nieve permitiéndole competir
electoralmente, como candidato del pueblo, con mejores posibilidades de
las que se le asignaban hasta ahora... La rehabilitación de Perón se hará
sentir en los países vecinos. ..Esto ha fortalecido la posibilidad de formación
de un bloque de dictaduras en América del Sur, amigo de Rusia y hostil hacia
los Estados Unidos" Embajada de los Estados Unidos95.
El mismo 17 de octubre, La Nación publica un telegrama donde "la opinión
democrática argentina coincide con la posición de Mr. Braden respecto al
problema de la libertad en América y desea expresar que consideraría como
una actitud amistosa para nuestro pueblo y nuestra democracia su confirmación
como secretario de Estado adjunto para los asuntos latinoamericanos. Comunicación
cursada al Dto. de Estado de los Estados Unidos. Firman: Victoria Ocampo,
Adela Grondona, Ana R. Schliepper de Martínez Guerrero, Juan Antonio Solari,
Sara Alvarez de Ezcurra, Alejandro Ceballos, Raúl Monsegur, Bernardo Houssay
y Mariana Sáenz Valiente de Grondona96.
Después del 17 : "Matar a
Perón"
Producido
el 17 de octubre, las fuerzas políticas antagónicas se aprestan a la campaña
electoral con vistas a las elecciones de febrero de 1946. El 23 de octubre,
el grupo más consecuente de sindicalistas que han apoyado al coronel organizan
el Partido Laborista. Como presidente de la nueva agrupación es designado
Luis F. Gay, del gremio telefónico. Por su parte, también se organiza la
Junta Renovadora Radical, en la cual participa el sector más popular del
radicalismo, cuyas principales figuras son Armando Antille y Hortensio Quijano.
FORJA, por su parte, se disuelve para dar libertad a sus integrantes . Se
gesta, asimismo, un partido Independiente, al cual aportan sus esfuerzos
algunos nacionalistas , así como Centros Cívicos- algunos organizados por
Eduardo Colom- y otras fuerzas que siguen la orientación de Filomeno Velazco.
En estas agrupaciones sustenta el coronel su campaña electoral.
En noviembre queda organizada la Unión Democrática, alianza de los partidos
Radical, Socialista, Demócrata Progresista y Comunista, que lleva una fórmula
integrada por dos hombres del Radicalismo y cuenta con el apoyo de las fuerzas
conservadoras, aunque éstas no integran formalmente la coalición. En esos
días, la Iglesia Católica emite una pastoral que implícitamente significa
un aval al coronel Perón pues prohíbe a sus fieles que voten por partidos
en cuya plataforma electoral figuren el divorcio, la enseñanza laica o la
separación de la Iglesia y el Estado.
En esos fines del año 45, las fuerzas reaccionarias se movilizan para obstaculizar
el camino de Perón hacia el poder. Desde Estados Unidos, Braden continúa
su lucha: "...Los nazis no han sido eliminados todavía... Acabo de presenciar
el sufrimiento de una gran nación... He visto a un pueblo brutalmente escarnecido
por alguien que se titula salvador, apoyado por una camarilla que remeda
a su prototipo europeo... Los nazis europeos subyugaron a su propio pueblo
antes de que intentaran someter a sus vecinos. No se debe permitir que la
historia se repita"97. En esta misma línea, el 22 de noviembre, el canciller
uruguayo Eduardo Rodríguez Larreta lanza una propuesta al resto de países
latinoamericanos, propiciando, en base a las Actas de Chapultepec, "una
cualquiera o todas las medidas colectivas previstas", que deben ser "usadas
legítimamente contra un régimen americano totalitario que no haga honor
a sus compromisos internacionales y niegue los derechos básicos a sus ciudadanos".
Argumenta que ello no violaría el "principio de no intervención" porque
no es posible que "ese principio de no intervención sea un escudo tras el
cual puedan perpetrarse delitos, se viole la ley, se dé acogida a agentes
del Eje y se eludan compromisos obligatorios"98. El Departamento de Estado
norteamericano da inmediato apoyo, pero nueve países americanos se manifiestan
en contra, por lo cual el intento se frustra.
Cartel de las elecciones del 24
de febrero de 1946
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El 8 de diciembre, la Unión Democrática lanza su campaña electoral en el
barrio del Congreso. Los oradores centran sus críticas al nazifascismo que
encarnaría Perón. Tanto en este acto, como en otros desarrollados pocos
días después, se producen graves enfrentamientos entre los militantes "democráticos"
y peronistas. Con gran beneplácito, informa, desde la embajada yanqui, el
agregado cultural Mr. Griffith: "La jornada del 8 ha servido para demostrar
que la oposición comienza a mostrar las uñas...Hasta ahora trataron de contener
pacíficamente a los peronistas... Ahora saben que la consigna es tirar primero"99.
Agrega Griffith que "el acto de Congreso fue de 200.000 personas" , pero
no se halla del todo satisfecho porque "faltó la nota emotiva, romántica
o heroica que pusiera a muchos afiliados en la obligación de ir"100. ¿A
qué heroísmo se refiere el agregado cultural de la embajada? El mismo lo
aclara, líneas después, planteando lisa y llanamente el asesinato político:
" Hasta ahora dos técnicos opositores han rechazado el recurso del crimen
político, por inconveniente, por desventajoso y porque trae como consecuencia
violentas represiones y luctuosos desquites. Pero la verdad es que muchos
piensan y plantean el asesinato de Perón. Esto es difícil, pero no imposible,
ya que se podría atentar contra su vida desde alguna ventana de la Avenida
9 de julio. De ahí las dudas y la inseguridad de que Perón hable el día
14"101.
La concentración peronista se realiza, sin embargo, frente a Cerrito 366
desde donde habla Perón. Según Fermín Chávez, ese día se incorpora el bombo
al folklore peronista y también ese día, Perón se quita el saco y declara:
"No nos deshonramos por ser descamisados..Nos deshonraríamos por ser fraudulentos,
ladrones o pillos... Es para nosotros un honor tener un corazón bien puesto
debajo de una camisa y no debajo de una chaqueta lujosa"102.
El 20 de diciembre , el gobierno lanza el decreto 33.302 que estatuye el
sueldo anual complementario. La patronal reacciona declarando la inconstitucionalidad
de la medida y declara, como repudio, un lock out, en todo el país, desde
al 14 al 16 de enero. Diversas solicitadas impugnan la medida, entre ellas
una del Consejo Directivo de la Industria Azucarera. También el Partido
Comunista se manifiesta en contra por "tratarse de una medida demagógica...
de neto corte fascista, que quiere servir los planes demagógicos del continuismo
nazifascista"103. En idéntico sentido se expresa Codovilla en el Congreso
partidario del 22 al 25 de diciembre planteando la necesidad de combatir
"al nazi peronismo para abrir una era era de libertad y progreso". Allí
deposita también su esperanza en que el imperialismo se ocupará de dar a
los argentinos esa "libertad" y ese "progreso": "Creo que se puede afirmar
que si el peronismo se atreviera a desatar la guerra civil, no contará en
el plano internacional con el apoyo con que contó Franco cuando la desencadenó
en España. Es otra época. Aún en el caso problemático de que los peronistas
consiguieran triunfar, las Naciones Unidas y su organismo de Seguridad Mundial
contra la agresión, no permitirán que se consolide en nuestro país una cabecera
de puente del nazifascismo que podría convertirse en un foco de guerra de
agresión en el continente... y pondría en peligro la estabilidad de la paz
en el mundo"104.
Esta idea de la posible intervención
extranjera recorre todo el espectro político, desde la izquierda a la derecha.
Para la misma época, Roberto Levillier le reclama a Braden que publique
un documento de denuncia de las vinculaciones del actual elenco gobernante
con el nazismo y su divulgación en toda América. "El problema- sostiene
Levillier- no es interno de la Argentina sino internacional", pues un posible
gobierno peronista constituiría "un riesgo de imperialismo y una vibración
extremista en lo social" mientras que "la entronización de los descamisados
sería, por otro lado, la decadencia de nuestra cultura y un descenso a un
nivel de vulgaridad y materialismo imprevisibles". En conclusión sostiene
que "es necesario que los países amantes de la paz formen un plan de acción
pues no se trata de fascismo o democracia teórica , sino de paz o de guerra
imperialista". En la última parte de este documento, Levillier evidencia
que no sólo le preocupa el destino de su patria y el de la humanidad, sino
también el suyo propio, especialmente en el terreno de los negocios: "Le
ruego atienda a mi amigo Marcelo Moyano... El y yo pertenecemos a una sociedad
que desea vender a una compañía de navegación dos cargueros estadounidenses"105.
Braden contesta señalando que "desgraciadamente, la continuada y ciega adhesión
a viejos conceptos de soberanía nacional e interpretaciones técnicas de
la doctrina de no intervención , motivan que sean trabados los esfuerzos
de quienes consideran que una acción colectiva es urgentemente necesitaría
si, realmente, deseamos vivir en un mundo pacífico y seguro"106. Luna señala
que "entre diciembre y enero, en ciertos círculos opositores, empezó a correr
un insólito susurro. Se daba como posible una intervención armada de Estados
Unidos en la Argentina que habría de liquidar rápida y eficazmente al régimen
de Farrell"107.
Pero, en el Departamento de Estado no existe criterio unánime al respecto.
La posición intervencionista de Braden es controvertida por otros funcionarios
que consideran que, en ese caso, el prestigio de Perón aumentaría notablemente
en varios países latinoamericanos, con el consiguiente peligro y que, en
cambio, resulta preferible apoyar a los opositores. Mientras, en la Argentina,
el furor antiperonista aniquila los escrúpulos patrióticos de intelectuales
y políticos. Así, el 8 de enero, un grupo de políticos y escritores de nuestro
país se dirige a la Primera Asamblea General de las Naciones Unidas sosteniendo
que "no es posible invocar el principio de no intervención" contra "la solidaridad
democrática" y "que ninguna norma jurídica debe obstar a la extirpación
del nazifascismo, ni servir, en caso alguno, a los opresores de los pueblos"
. Firman: Borges, Bioy Casares, las hermanas Ocampo, Romero Brest, Petit
de Murat, Gerchunoff, Repetto, Sánchez Viamonte, Dickmann, Luciano Molinas,
Perete, Peter y Chiaranti108.
Diez
días después, se formula -ahora más descarnadamente aún- otro pedido de
intervención: Gregorio Bergman, intelectual ligado al Partido Comunista,
en representación de la Liga Internacional por los Derechos del Hombre,
"presentó a las Naciones Unidas un memorial en que sostiene que las Naciones
Unidas no deben permitir la repetición de tales situaciones como la intervención
nazifascita en España"109. "La Razón" informa que Bergman ha declarado que
"en la Argentina se hallan en el poder elementos nazifascistas" y que "Perón
permanecerá en el poder a menos que se produzca una intervención. Ellos
no se dejarán vencer sin violencia... La carta de las Naciones Unidas autoriza
a la ONU a detener al nazifascismo y los artículos 10,11 y 14 dan poderes
a la Asamblea para resolver el caso argentino y le permiten discutir los
medios para extirpar al nazismo -en este caso, de la Argentina- aún por
medio de la fuerza militar.. Bergman destacó que representaba a la Liga
Internacional por los Derechos del Hombre y no a ningún partido. En el memorial
presentado pregunta: "¿Es posible que no se tome una acción oportuna y previsora
a tiempo para prevenir una agresión potencial e inminente?"110.
En ese verano de 1946, los candidatos presidenciales desarrollan giras por
el interior del país .La Unión Democrática ha consagrado a dos hombres de
la derecha radical: Tamborini y Mosca. Los radicales intransigentes manifiestan
su desacuerdo con los dirigentes elegidos, mientras socialistas, demoprogresistas
y comunistas asumen la fórmula como propia, manteniendo sus candidatos a
diputados. Los conservadores apoyarán la fórmula aunque no integran la Unidad
Democrática, al ser rechazados por los radicales. Curiosamente, salen en
su defensa , los dirigentes del partido Comunista: "La ausencia del sector
conservador es una de las más considerables debilidades de la Unión Democrática-
señala Arnedo Alvarez, alto dirigente stalinista- El partido conservador
es una fuerza seria que ha gobernado al país durante muchos años y que cuenta
con sectores importantes, en muchos lugares del país... Consideramos necesario
incorporar a todas las fuerzas antiperonistas en el gran frente antiperonista
de la democracia argentina"111. Por su parte, laboristas y radicales renovadores
impulsan al binomio Perón- Quijano.
En esa campaña, la prensa- salvo "La Epoca" y algún otro diario de escaso
tiraje- apoya totalmente a la Unión Democrática. Sólo la radio difunde la
voz del coronel. La prensa extranjera, por su parte, adopta una militante
posición antiperonista. J. Page, en su biografía de Perón, ataca duramente
el comportamiento de la prensa norteamericana por la utilización de muy
bajos recursos, pues califica a Perón como "hitler sudamericano" e incluso
recurre a trampear fotografías para adjudicarle rasgos de "pervertido sexual"112.
Con relación a los fondos empleados en la campaña electoral, resulta notorio
que la Unión Democrática dispone de una importante financiación, expresada
en afiches, viajes y actos ,mientras que en general la campaña peronista
se caracteriza por su modestia recurriendo a menudo a los métodos más populares
del carbón y la tiza. En este aspecto, estalla un escándalo cuando el presidente
de la Unión Industrial -Raúl Lamuraglia- entrega dos cheques -que suman
500.000 pesos- al Tesorero de la Unión Cívica Radical que, al ser depositados
para su acreditación en un Banco, pasan por manos de un militante peronista
quien lo hace público, con la consiguiente reacción popular que en más de
un acto cantará "che-que", "cheque", aludiendo a este aporte empresario.
En febrero, ante alarmantes
versiones de que Perón ganaría las elecciones, el Departamento de Estado
decide jugar fuerte en la campaña electoral de la Argentina. Para ello,
lanza un documento titulado "Consultas entre las repúblicas americanas sobre
la situación de la Argentina", que pasará a la historia como " Libro Azul".
En ese informe se intenta probar el carácter nazifascista del gobierno argentino,
así como el peligro que implica su consolidación. El propósito es lograr
la condena del resto de los países latinoamericanos o por lo menos, de los
más importantes, probablemente como paso inmediato a la intervención militar
en el caso del triunfo peronista. Su aparición -el 11 de febrero, trece
días antes de las elecciones- es saludada por la prensa yanqui con titulares
tipo catástrofe: "Argentina acusada. La negra perfidia de la patota fascista
de Perón -informa el "New York Times"- y toda su traición desenmascarada
por nuestro Departamento de Estado"113. "Time" publica: "La Argentina fue
acusada prácticamente de todos los crímenes contra la democracia. La grave
acusación fue expresada en un lenguaje que ninguna nación utiliza normalmente
a no ser que esté dispuesta a hacer la guerra"114.
La aparición del Libro Azul provoca entusiasmo en la oposición antiperonista
y sus argumentos son profusamente utilizados por ella. Un alto dirigente
radical, Eduardo Laurencena, le agradece al imperialismo yanqui: "El libro
Azul no sólo no es una ingerencia en nuestra política sino que es un gesto
amistoso y lleno de consideración para el pueblo argentino"115. Cabot, desde
la embajada, informa al Departamento de Estado , "la gran satisfacción de
la gran mayoría de la gente con la cual la embajada tiene contacto"116.
Escudé señala que la diplomacia británica lo consideró un documento muy
tendencioso, con escasa o nula documentación probatoria117. Las denuncias
- enarboladas en la polémica por los partidos de la Unión Democrática- resultan
muy débiles para un criterio riguroso, de manera tal que Estados Unidos
no logra la pretendida declaración conjunta latinoamericana: "Brasil, Chile,
Méjico y Ecuador rechazaron el libro Azul"118. Diez días después, Perón
refuta ese documento con otro que sugestivamente titula "el libro Azul y
Blanco", ratificando así la defensa de la soberanía argentina. Sostiene
Perón que la mayor parte de las denuncias corresponden al gobierno de Castillo,
el cual fue precisamente derrocado por el gobierno juniano, descalifica
algunas de las imputaciones como "meros infundios" y agrega un apéndice
donde diversas personas imputadas rechazan los cargos por faltos de toda
veracidad. Asimismo, en el discurso pronunciado frente al obelisco, al día
siguiente de la aparición del libro Azul, Perón convierte esa intervención
insólita del Departamento de Estado en la campaña electoral argentina, en
un instrumento de reafirmación nacional contra el imperialismo: "Lo que
en el fondo del drama argentino se debate es un campeonato entre la justicia
y la injusticia social... Hermanos, con pensamiento criollo, con sentimiento
criollo y valor criollo, estamos abriendo el surco y sembrando la semilla
de una patria libre, que no admite regateos de su soberanía... pues queremos
que nuestra patria sea socialmente justa y políticamente soberana... ¡Denuncio
al pueblo de mi patria que el señor Braden es el inspirador, creador, organizador
y jefe verdadero de la Unión Democrática! La disyuntiva en esta hora trascendental,
es ésta: Braden o Perón119.
El 22 de febrero se cierran las campañas. Tamborini se expresa en estos
términos: "Dijérase que una deidad sombría se ha entretenido en destruir
en tres años la obra de nuestros mayores...He de ser, antes que nada, el
presidente de la Constitución nacional" y dirigiéndose a la concentración
partidaria: "Sóis los dignos herederos de las glorias antiguas. Descansad
un instante a la sombra protectora de la bandera de la patria"120. Perón
se dirige a los trabajadores: "...Si el patrón de la estancia, como han
prometido algunos, le cierra las tranqueras, rompa el candado o la tranquera
o corte el alambrado y pase a cumplir con la patria. Si el patrón lo lleva
a votar, acepte y luego haga su voluntad en el cuarto oscuro...No ceda ante
nada. Desconfíe de todo...Estos comicios han de ser limpios y puros...Que
la pureza, la justicia y la rectitud actúen porque, de lo contrario, no
habrá valla que nos detenga"121.
El 24, el pueblo concurre a las urnas. El escrutinio es lento y recién culmina
el 6 de abril: Perón - Quijano 1.527.231 votos; Tamborini - Mosca 1.207.155
votos. El peronismo alcanza, además, amplia mayoría en las cámaras de Diputados
y Senadores.
El historiador norteamericano Hubert Herring escribe, pocos meses después:
"Tenemos una Argentina obstinadamente fuera de alcance, es decir, una Argentina
que no va a permitir que le elijamos su presidente"122. J. Page comentará
luego: "Para los Estados Unidos, la victoria de Perón fue una píldora difícil
de tragar porque hacía resaltar las limitaciones de la habilidad de Washington
para controlar los acontecimientos en América Latina"123.