Las autoridades sanitarias entienden que la creciente presencia de ratas tiene relación con la creciente del río, pero también con el uso descontrolado de pesticidas que habría matado a predadores que mantenían el equilibrio ecológico.
El ministro de Salud de la provincia, Ángel Giano, le pidió al secretario de Medio Ambiente, Fernando Raffo, que evalúe la posibilidad de levantar la veda para la realización de una quema controlada de pastizales y así posibilitar un mejor control de la población de roedores en el Delta de Victoria.
Todavía no hay un diagnóstico definitivo, aunque las autoridades sanitarias entienden que la creciente presencia de ratas en las zonas altas y secas tiene relación, entre otros factores, con la creciente del río, pero también con el uso descontrolado de pesticidas que habría matado a predadores que mantenían el equilibrio ecológico.
Uno de los mecanismos para controlar la presencia de ese tipo de animales es la quema de pastizales, un mecanismo que se prohibió en 2008 luego del conflicto judicial que se desató con la Municipalidad de Rosario a raíz de la presencia de humo en las rutas. El conflicto ahora se dirime en una causa que tiene la Corte Suprema de Justicia de la Nación.
Una resolución de octubre de 2010 de Medio Ambiente refrendó la decisión de mantener la prohibición de la quema de pastizales, práctica que sólo se puede llevar adelante mediante un sistema de control estricto por parte de las autoridades.
“Le pedí a Raffo que analice la posibilidad de autorizar una quema controlada de pastizales. Son varias las personas conocedoras del tema que dicen que esto podría servir para controlar la presencia de roedores”, apuntó Giano.
El titular de la cartera de Salud dijo, de igual modo, que la situación en las islas está “bajo control”, producto de las acciones de prevención y asistencia al medio millar de personas que habita de forma permanente en las islas del Delta desde que a mediados de abril se conoció el primer caso de leptospirosis, una enfermedad que transmiten las ratas.
La altura del río se mantenía ayer en 4,92 metros, dos centímetros por encima de la marca que establece el nivel de evacuación, aunque estacionario. De todos modos, la diseminación de roedores por distintos puntos de la ciudad de Victoria es un dato peculiar.
La postal que mostró en los últimos días el enlace vial Victoria– Rosario es turbadora: centenares de roedores aplastados por los vehículos que a diario cruzan la ruta. Pero la situación más seria se da en las islas, adonde trabaja un millar de personas, de las cuales la mitad vive en forma permanente en ese sector del humedal del Delta del Paraná.
En las islas Salud ya detectaron dos casos de hantavirus, tres de leptospirosis, y hay otras 45 personas sospechosas por mostrar algún tipo de síntoma febril que las pone en riesgo de ser portador de alguna de esas dos enfermedades que transmiten los roedores.
El ministro de Salud, Ángel Giano, recorrió la zona de islas de Victoria, y constató en terreno el estado de situación. El funcionario recordó que la provincia decretó el estado de alerta a raíz de la reciente del río y la “presencia masiva de roedores” en la zona.
Acotó que el mapa epidemiológico de la región ya da cuenta de la existencia de dos casos de hantavirus, tres de leptospirosis y otras 45 personas están bajo sospecha. “No podemos resolver nosotros esta situación derivada de la creciente del río, pero sí podemos recomendar las medidas de prevención para evitar el contagio”, aseguró.
El ministro puso de manifiesto que en la zona de islas desarrollan distintas actividades aproximadamente 1.000 personas, de las cuales 500 viven de forma permanente, y “el resto va y viene. A todos ellos les pedimos que observen las medidas de precaución”.
Todavía no hay un diagnóstico definitivo, aunque las autoridades sanitarias entienden que la creciente presencia de ratas en las zonas altas y secas tiene relación, entre otros factores, con la creciente del río, pero también con el uso descontrolado de pesticidas que habría matado a predadores que mantenían el equilibrio ecológico.
Uno de los mecanismos para controlar la presencia de ese tipo de animales es la quema de pastizales, un mecanismo que se prohibió en 2008 luego del conflicto judicial que se desató con la Municipalidad de Rosario a raíz de la presencia de humo en las rutas. El conflicto ahora se dirime en una causa que tiene la Corte Suprema de Justicia de la Nación.
Una resolución de octubre de 2010 de Medio Ambiente refrendó la decisión de mantener la prohibición de la quema de pastizales, práctica que sólo se puede llevar adelante mediante un sistema de control estricto por parte de las autoridades.
“Le pedí a Raffo que analice la posibilidad de autorizar una quema controlada de pastizales. Son varias las personas conocedoras del tema que dicen que esto podría servir para controlar la presencia de roedores”, apuntó Giano.
El titular de la cartera de Salud dijo, de igual modo, que la situación en las islas está “bajo control”, producto de las acciones de prevención y asistencia al medio millar de personas que habita de forma permanente en las islas del Delta desde que a mediados de abril se conoció el primer caso de leptospirosis, una enfermedad que transmiten las ratas.
La altura del río se mantenía ayer en 4,92 metros, dos centímetros por encima de la marca que establece el nivel de evacuación, aunque estacionario. De todos modos, la diseminación de roedores por distintos puntos de la ciudad de Victoria es un dato peculiar.
La postal que mostró en los últimos días el enlace vial Victoria– Rosario es turbadora: centenares de roedores aplastados por los vehículos que a diario cruzan la ruta. Pero la situación más seria se da en las islas, adonde trabaja un millar de personas, de las cuales la mitad vive en forma permanente en ese sector del humedal del Delta del Paraná.
En las islas Salud ya detectaron dos casos de hantavirus, tres de leptospirosis, y hay otras 45 personas sospechosas por mostrar algún tipo de síntoma febril que las pone en riesgo de ser portador de alguna de esas dos enfermedades que transmiten los roedores.
El ministro de Salud, Ángel Giano, recorrió la zona de islas de Victoria, y constató en terreno el estado de situación. El funcionario recordó que la provincia decretó el estado de alerta a raíz de la reciente del río y la “presencia masiva de roedores” en la zona.
Acotó que el mapa epidemiológico de la región ya da cuenta de la existencia de dos casos de hantavirus, tres de leptospirosis y otras 45 personas están bajo sospecha. “No podemos resolver nosotros esta situación derivada de la creciente del río, pero sí podemos recomendar las medidas de prevención para evitar el contagio”, aseguró.
El ministro puso de manifiesto que en la zona de islas desarrollan distintas actividades aproximadamente 1.000 personas, de las cuales 500 viven de forma permanente, y “el resto va y viene. A todos ellos les pedimos que observen las medidas de precaución”.
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