El mantenimiento de los automóviles es clave para lograr rendimientos
óptimos y prolongados. Cuando se los descuida, no sólo atentan contra el
buen funcionamiento de los mismos, también aumentan el consumo y la
contaminación ambiental.
Además, al intentar hacer economía omitiendo algunos chequeos, muchas
veces se termina derrochando dinero y tiempo. Por eso, realizar
revisiones periódicas garantiza que los automóviles mantengan sus
virtudes como cuando salieron de fábrica.
Sergio L'Estrange, Country Sales Manager de la División Automotive
Aftermarket de la red de talleres Bosch, hace una analogía entre el
cuidado de los autos y el de la salud de las personas. "Cuando uno
realiza chequeos periódicos minimiza la posibilidad de tener algún tipo
de inconveniente. El error principal es no tener un taller de
confianza", asevera L'Estrange, que considera importante elegir un
taller que sea multiservicio, que cuente con profesionales altamente
capacitados y que tenga la tecnología apropiada para cada servicio. Un
error común que cometen los usuarios es no percatarse de que utilizar un
vehículo genera un desgaste lógico de sus componentes. La falta de
control puede provocar roturas anticipadas de otras piezas asociadas, lo
que puede llevar a tener que cambiar dos o tres en lugar de una.
El territorio argentino es muy extenso y cuenta con diversos climas y
geografías. La polución produce mucha suciedad en filtros de
habitáculo; el tránsito genera un desgaste de los frenos y aparecen
muchos problemas de suspensión normales por la conducción urbana. Cada
zona tiene su problemática.
Un tema que genera controversias entre los conductores es el momento
en que debe realizarse la sustitución del catalizador. Hay usuarios que
creen que debe ser reemplazado al llegar a los 30.000 km. "No es
obligatorio hacerlo sólo por eso -reconoce L'Estrange-. Lo importante es
que al vehículo se le realice el mantenimiento necesario para que no
existan problemas como, por ejemplo, fallas de encendido o en la
inyección, que terminen provocando daños irreversibles."
El estado de frenos, dirección, balanceo y alineación, que
probablemente resulten más familiares para el común de los conductores,
también es de gran importancia.
"El Automóvil Club Argentino (ACA) recomienda hacer este service dos
veces al año o cada 10.000 km", cuenta Omar Moreno, encargado del
taller del ACA Palermo. También se recomienda controlar el balanceo y la
dirección cada vez que se cambian los neumáticos. Los controles que se
pueden realizar en estaciones de servicios -como los de fluidos o
neumáticos- no son de menor relevancia. "Mucha gente los da por
descartado, como si no fueran importantes", dice Moreno. Pero el aceite,
el líquido de frenos o el refrigerante, entre otros fluidos, hacen que
todo el circuito funcione.
"Se deben controlar una vez al mes o antes de iniciar un viaje
largo. El cambio de todos los fluidos figura en las especificaciones del
manual del fabricante. Por lo general el aceite se debe cambiar entre
los 10.000 y 15.000 km, y el líquido de frenos, cada 35.000", afirman al
respecto desde la petrolera Shell.
Cuidado con los neumáticos
Los neumáticos tienen una vida útil por envejecimiento, pero además
se dañan y despresurizan, factores que generan la necesidad de
cambiarlos antes de tiempo. Por lo tanto, no basta con guiarse por los
kilómetros recorridos o por su antigüedad, sino que su estado debe
verificarse en forma periódica. Especialmente porque un neumático en
malas condiciones es altamente inseguro.
"La correcta presión de inflado debe ser verificada al menos una vez
por mes, y siempre antes de un viaje largo o transporte de alguna carga
pesada", remarca el ingeniero Diego Jauregui Lorda, gerente de la línea
Auto y Camioneta de Fate. La presión indicada es distinta para cada
vehículo, por lo que debe utilizarse la recomendada por el fabricante.
"La presión aumenta a medida que los neumáticos se calientan
-explica Jauregui Lorda-, por lo que siempre es conveniente verificarla
cuando los neumáticos están fríos; es decir, no habiendo hecho más de
dos kilómetros a baja velocidad." La principal causa de despresurización
son las pinchaduras, aunque también hay que tener cuidado con los
emparchados deficientes.
Una forma de estirar la vida útil de los neumáticos es rotar las
ruedas, ya que su desgaste es asimétrico. "Es necesario hacerlo para
lograr un desgaste uniforme en todos los neumáticos del vehículo. Esto,
además, permite maximizar el rendimiento kilométrico", resalta Jauregui
Lorda. Además, un balanceo y una alineación correctos contribuyen a un
desgaste parejo de los neumáticos y extienden notablemente su vida útil.
El factor combustible
Por lo general, a un régimen promedio de 120 km/h o 3000 rpm el
vehículo mantiene un óptimo consumo de combustible en autopista. Una
duda frecuente es si a largo plazo es conveniente o no comprar
automóviles diésel. L'Estrange asegura que si se recorren 25.000 km o
más por año, un vehículo diésel es económicamente rentable. "Una de las
ventajas del auto diésel es su gran autonomía y es más amigable con el
medio ambiente", destaca.
Entre las naftas, la principal diferencia se encuentra en el
octanaje: en Shell, por ejemplo, la Super tiene 95 octanos, mientras que
la V-Power (Premium), 98 octanos. La petrolera explica que la V-Power
está "desarrollada para limpiar activamente el motor y proteger sus
partes vitales, permitiendo así que alcance su máximo potencial". De
todas formas, la mayoría de los motores acepta sin problemas la nafta
Super.
Fuente: La Nación.
0 comentarios:
Publicar un comentario