Desde la Asamblea Ambiental de Colón aseguran que la falta de control de
las actividades, y entre ellas la agropecuaria, genera serios
inconvenientes en la calidad del agua.
El ambientalista señaló que la falta de control de las actividades que se vuelcan en el río, y entre ellas la actividad agropecuaria genera serios inconvenientes en relación a la calidad del agua que presenta mayor cantidad de material de suspensión en el agua”, y agregó: “esto afecta a la ciudad de Colón por ser una ciudad costera”.
En ese sentido, se refirió al “proyecto de ley que se discutió en la cámara de Diputados para regular el uso de agroquímicos pero que finalmente fue planchado”, y añadió: “necesitamos que se visualice este problema y logremos la normativa. Nosotros pedimos información a las distintas entidades que tienen jurisdicción en el río y ninguna nos contestó lo que preguntamos”.
“Hay muchas correntías de los campos agrícolas que van sedimentando en distintos lugares del río, por lo que se produce un proceso físico químico en el que las partículas se adhieren a estas las contaminantes y se formando un barro con un alto grado de contaminación, pero oficialmente no hay un estudio específico sobre esto”, señaló el ecologista.
Además, “con el proyecto de navegabilidad del río Uruguay se removerá el lecho a través del dragado lo que va a generar una dispersión de esas partículas y de ese barro”.
Para Serrato, desde el punto de vista institucional, “existe una fragmentación de responsabilidades referidas al manejo ambiental del río y fundamentalmente en la calidad de sus aguas, entre la Comisión Administradora del Río Uruguay (CARU) que no tiene poder de policía, Prefectura Naval Argentina, la secretaria de Ambiente de la Nación, la secretaría de Ambiente Sustentable de la provincia, la República Oriental del Uruguay y Corrientes, entre otras”.
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