Lo dijo el radical Rodolfo Parente, ex preso político oriundo de Diamante, con motivo del nuevo aniversario del golpe de Estado. Crítico sin piedad de la opción que hizo Montoneros, reclamó no caer en “un discurso facilista, demagógico” para analizar “el accionar de quienes han cometido errores tremendos”.
Puso énfasis, especialmente, y contra las interpretaciones que ganaron terreno en la era kirchnerista, en la necesidad de “un discurso” que recupere la tarea militante de “quienes no recurrimos a la violencia armada”.
“Podremos haber roto un vidrio, tirado alguna piedra, pero de ningún modo hicimos nunca una justificación de la violencia, de la violencia armada que bajo ningún punto de vista es justificable”, reclamó Parente que fue detenido a pocos días del golpe de Estado.
Sin vueltas, aseguró que esa violencia terminó por derivar en “la terrible represión que vino después” y mencionó especialmente dos contextos que se habrían caracterizado por alimentar la violencia creciente: “La última etapa del gobierno de Isabel y el contexto de la denominada contraofensiva, en 1978, cuando hubo quienes llevaron a sus compañeros a la muerte, marcados por sus propios compañeros”, fustigó a la conducción de Montoneros.
En diálogo con En el dos mil también (FM Litoral) dijo resbalarle la acusación respecto de que su discurso reinstauraría la teoría de los dos demonios. “En lo personal no me preocupa en lo más mínimo. Tenemos que tener claridad a esta altura porque si no tenemos un discurso facilista, demagógico, complaciente ante quienes han cometido errores tremendos”, profundizó su crítica.
“La historia no se escribe como se debe, nunca”, advirtió Parente que, en este marco, recomendó determinadas lecturas de los ’70 como la que realiza Pilar Calveiro con “una brutal autocrítica que no la escribió, forzada, en la ESMA si no que la escribió después del ’83. Y así como ella tantos”.
Finalmente, Parente reflexionó que hay huellas de la política de los ’70 en el presente: “El discurso de la intolerancia caló hondo en la sociedad. La aspiración a lo plural, a lo democrático, lamentablemente no se ve. No hay respeto por la opinión de los demás y esto es muy peligroso”, dijo y completó su análisis al asegurar que “tenemos una tendencia tremenda al discurso único por haraganería intelectual. Somos más afectos a la consigna que a los libros”.
0 comentarios:
Publicar un comentario